Los trabajadores que construyen el nuevo puente sobre el río Virilla, en la ruta nacional 32, en Costa Rica. gestionan sus residuos a través del novedoso programa Ecolones, que incentiva el reciclaje a nivel nacional, retribuyendo a quienes participan en él con una moneda digital que se puede canjear en comercios participantes.
La iniciativa de incorporarse al programa surge como una forma de incentivar a los colaboradores de la obra a gestionar correctamente los residuos que se producen en los diferentes sitios de la obra.
La implementación del programa forma parte de las iniciativas de sostenibilidad ambiental que implementa el gestor del proyecto, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, en Costa Rica), el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el consorcio Consorcio Virilla Treinta y Dos, constructor de la obra.
Para ello, en el sitio del proyecto se han adecuado siete puntos de recolección que permiten concentrar la totalidad de los residuos que se producen durante la construcción.
“Hemos instalado dos estañones en cada punto de recolección: uno para desechos ordinarios y otros para desechos reciclables”, explicó Xinia Gonzales, gestora ambiental del proyecto y quien introdujo el programa al proyecto.
Se ha instalado un pequeño centro de acopio donde se concentran los residuos de cada punto de recolección, y donde se procede a lavar y separar los diferentes materiales. Posteriormente, los residuos ya separados se llevan a un centro de acopio cercano, certificado por la iniciativa de Ecolones.
El Consorcio Virilla Treinta y Dos organiza rifas para utilizar los Ecolones recibidos en premios, con el fin de motivar a los trabajadores y trabajadoras del proyecto para que continúen participando en el programa.
“A través de esta iniciativa, estamos cumpliendo con el plan de gestión ambiental del proyecto. También estamos garantizando que todo el material, que se genere en la obra, no vaya a parar al río ni a ningún botadero ilegal”, agregó Gonzales, gestora ambiental del proyecto.
Adicional a este esfuerzo, se está coordinando con la Universidad de Costa Rica para elaborar eco-bloques, que consiste en botellas de plástico rellenas de material no reciclable.
Este tipo de material no-reciclable se separa en el pequeño centro de acopio en el sitio de la obra. Los eco-bloques después podrán ser utilizados para construir muebles y hasta infraestructura.
La iniciativa ha sido acompañada de capacitaciones a todo el personal de la obra. “Este programa nos conviene a todos, para dejarle un mejor planeta a nuestros hijos y a nuestros nietos” dice Ismael Cruz, bodeguero de la obra y el más reciente ganador de la rifa de Ecolones.
La construcción del nuevo puente inició en marzo de este año, y se espera finalice en 18 meses.
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